El inspector de Empresa Martín Mallorca nos da las claves para compaginar la vida laboral con la preparación física y un estilo de vida saludable.
“Intentar mejorar y dar lo mejor de mí mismo”. Ese es el mantra que se repite David Fernández desde que empezó, con 20 años, a practicar triatlón. Un deporte que no solo le ha beneficiado a nivel físico, sino también en lo profesional, adquiriendo habilidades y rutinas que le han ayudado a afrontar el día a día en la oficina. Sin extremismos, pero con mucho esfuerzo y dedicación, ha conseguido seguir cumpliendo sus objetivos y mantener una vida saludable. Conocemos su historia.
Cuéntanos un poco sobre ti, ¿cómo comenzaste tu carrera en Grupo Ruiz?
Comencé como conductor en 2017, trabajando de temporada en una empresa de discrecional. Por temas de conciliación familiar, buscaba más estabilidad y tener más tiempo para hacer deporte y estar con la familia. En 2022 tuve la oportunidad de entrar en Grupo Ruiz como conductor y hace poco ya pasé a ser inspector.
¿Cómo y cuándo te iniciaste en el triatlón?
Empecé tarde a hacer deporte. La verdad es que llevaba una vida bastante sedentaria, no me gustaba moverme mucho. De hecho, me apuntaron de pequeño a fútbol y el entrenador le dijo a mi madre que no valía para correr. Pero, al final, terminé corriendo, ¡y muchos kilómetros!
Empecé en el triatlón con 20 años. Me llamó mucho la atención porque tenía un vecino que era entrenador.
Fui un día a probar y me dijo: “ve detrás de este compañero y lo que él haga, lo haces tú; es un día tranquilo”. Y eran 12 km, ¡que no los había corrido en mi vida! No aguanté, pero me dijo que si continuaba, conseguiría aguantar el ritmo.
El ambiente del equipo me encantó, me dio mucha energía. Llegué a un punto de sufrimiento que no conocía y eso me encantó. Empecé a pensar: “aquí el David de antes se hubiese rendido” y seguí adelante.
“Llegué a un punto de sufrimiento que no conocía y eso me encantó”
David Fernández, inspector de Empresa Martín Mallorca
Trabajar a tiempo completo y entrenar para un evento tan exigente como un Iron Man debe ser desafiante. ¿Cómo lograste balancear tus responsabilidades laborales con tu entrenamiento?
Para hacer el medio Iron Man, como mínimo, tienes que doblar sesiones. Lunes, miércoles y viernes 2 horas y media de natación; martes y jueves 2 horas de bici y 1 hora y media corriendo, después de trabajar. Y los sábados ya hacíamos en torno a unos 14-16 km y unos 100, 120 o 150 km de bici.
Cuando me preparé para uno de ellos, yo trabajaba a las 07:30 de la mañana y salía de casa a correr en torno a las 04:30. Corría 12-13 km, iba a casa, desayunaba, me duchaba, trabajaba, salía y me iba a hacer 3 horitas de bici.
Con disciplina, lo consigues. Siempre he pensado que si haces deporte, a la larga se nota. La motivación era: “he visto este triatlón, lo quiero hacer y lo voy a terminar”. Y en cada uno intentaba mejorar y dar lo mejor de mí.
Como profesional, ¿qué beneficios mentales y físicos te aporta el triatlón? ¿Cómo los aplicas a tu trabajo?
Paz mental. Quemas ese último cartucho, pero al final te relaja y te carga las pilas para el día siguiente. Físicamente te notas más enérgico, con más ganas y todo lo haces con más facilidad. También estás más concentrado, tienes tu rutina, sabes lo que tienes que hacer y vas a cumplir con ello.
Me ha ayudado en el día a día porque me exijo para el triatlón y me ayuda a ser disciplinado, organizado y lo aplico a tareas del hogar y al ámbito laboral. Todo esto me lo ha dado el deporte.
Un esfuerzo por un estilo de vida saludable
¿Cuál es tu estrategia para mantener la motivación tanto en tu carrera profesional como en el deporte?
Muchas veces estaba cansado; hay días duros en el trabajo, pero siempre trato de dar un poquito más de mí porque sé que me ayuda a recargar pilas, a desconectar y calmarme.
Tengo la meta de volver y, si me sigo manteniendo en un cierto nivel, me va a costar menos que si paro y luego quiero volver a empezar.
Teniendo en cuenta el esfuerzo, ¿crees que merece la pena para mantener un estilo de vida saludable?
Hay que escuchar al cuerpo. Si estás cansado, un día de sofá viene bien, pero si empiezas a encadenarlo, se convierte en un hábito malo. Date tu capricho de un día de relax, pero al segundo tienes que tirar de disciplina, de cabeza, e intentar hacer deporte, el que sea, e intentar estar activo.
¿Qué consejo le darías a la gente para que se animen con el deporte?
Que pruebe el primer deporte que se le pase por la cabeza, el que más les llame la atención. El primer día va a ir con vergüenza y el segundo y el tercero, pero al cuarto ya conoce a los compañeros, van tirando de él y se acabará enganchando. Sin ir a un extremo, pero dos días creo que le viene bien a todo el mundo.
Por ejemplo, yo muchas veces aprovecho que tenemos la oficina en Alcudia y en menos de 1 km estás en la montaña. Voy a correr por ahí, vuelvo a las cocheras y ya he cumplido y me quedo satisfecho.
¿Cuáles son tus próximos pasos?
Ahora mismo, no compito, pero sí que estoy entrenando y tengo como objetivo para el año que viene hacer el medio Iron Man en Alcudia, justo donde tenemos la base, con un compañero con el que entreno.
