Raúl Mato, conductor de Tubasa: “En este sector la responsabilidad en el trabajo se multiplica por mil”

Raúl Mato, conductor de Tubasa: “En este sector la responsabilidad en el trabajo se multiplica por mil”

Conocemos la historia de Raúl Mato en sus más de diez años al frente de nuestros autobuses de Tubasa.

En sus más de diez años como conductor, Raúl Mato ha tenido una trayectoria más que reseñable, en la que destaca el momento en el que paró un autobús en seco en pleno servicio para salvar la vida de un joven. Convencido de que su trabajo va más allá del simple transporte de viajeros, afronta su profesión tratando siempre de hacer “lo justo y lo correcto”, algo que ha aprendido con los años y que se refleja en su crecimiento personal y profesional.

  • ¿Cómo llegaste a Tubasa? ¿Siempre habías querido orientar tu vida a esta profesión?

Aunque a Tubasa llegué en 2013, ya formaba parte de Grupo Ruiz desde el año 2003, cuando comencé como camarero en Cafetería La Marina, un emblemático y conocido local que reabrió tras muchos años cerrado. Fue un cambio de aires en mi vida y esos 10 años los recuerdo con mucho cariño. Para nada pensé en orientar mi vida a lo que me dedico, hasta que se me ofreció tal posibilidad… Y creo no me equivoqué aceptándola, y doy gracias por ello.

  • ¿Qué aprendizaje extraes de estos años dedicado al sector?

Yo diría que es importantísimo saber que debemos de estar en alerta en todo momento de nuestra jornada. Ningún trayecto es igual al anterior y si en cualquier trabajo hay que ser responsable, en este sector se multiplica esa responsabilidad por mil. Solo con saber que eres “el responsable de la vida de tus pasajeros”, es suficiente para tenerle respeto a este puesto.

Más allá del transporte de pasajeros

  • Hace dos años salvaste la vida de un joven en pleno servicio. ¿Cómo fue este suceso y cómo recuerdas el momento en el que decidiste frenar?

Pues fue todo muy rápido. Recuerdo que, en aquella noche, en medio de la poca iluminación del Puente Real, vislumbré cómo a mitad del puente había un joven al otro lado de la barandilla, con intención clara de lanzarse. Volví a mirar por el retrovisor, porque no podía creer lo que había visto y confirmé que era verídico.

Entonces, paré, informé a los dos usuarios que estaban en el bus del porqué de la parada en mitad del puente, y me fui hacia este chico, dándole voces de “Qué haces” y “Que saliera de allí”. Él no quería que yo me acercara, pero presentía que aun así me daba la confianza para acercarme a él sin que atentara contra su vida… Y en aquel trayecto hacia él, con aquellas palabras que nos intercambiábamos, cuando me di cuenta ya lo tenía agarrado por un brazo. A partir de ahí, toda la gente que había (viandantes, otros coches que pasaban en aquel momento), pudimos agarrarlo, tirar de él, para ponerlo a salvo en el suelo de la acera del puente.

  • ¿Supuso, de alguna manera, un cambio en tu forma de afrontar cada servicio?

Yo diría que no. Lo que es en el servicio en sí, intento ser el mismo de siempre (aunque no todos los días nos levantamos con la misma pierna, jajaja). Hubo muchas llamadas, muchas felicitaciones, pero sinceramente, aquello pasó así porque seguramente estaba destinado a pasar, pero mi persona no la cambió para nada aquel incidente. Quizás la visión de algunos aspectos de la vida, sí que los veo ahora diferentes, pero en lo que a trabajo se refiere, sigo siendo el mismo.

  • ¿Has vuelto a tener relación con la persona implicada?

Pues el día después o a los dos días, la familia me escribió algún mensaje de agradecimiento. También quisieron tener contacto en persona, y le comenté que cuando quisieran, que yo estaría siempre dispuesto.

“Es más difícil ser bueno o malo que hacer lo justo o correcto”

Raúl Mato, conductor de Tubasa
  • ¿Consideras que nuestra parte en el servicio al ciudadano va más allá del mero transporte de viajeros?

Está claro. A veces creas un vínculo con algunas personas a las que transportas todos los días. En ese aspecto, me recuerda mi etapa en la hostelería. Si no fuera así, al final, te terminarían tildando de persona desagradable. De todos modos, eso creo que también está en la personalidad de cada uno de nosotros.

  • Cambiando un poco el tono de la entrevista. Seguro que tienes más de una anécdota divertida al volante.

Jajaja.  Pues viniendo de la hostelería, pensé que en ese gremio lo había visto ya todo. Pero ¡qué equivocado estaba! Me han querido hasta montar una jaula con dos gallinas, por ejemplo. Está claro que le expliqué al señor que no podía ser.

Pero sí he de decir que lo que más sueles vivir son anécdotas para olvidar, por los comportamientos inapropiados de algunos usuarios. Recuerdo, en las fechas COVID, la lucha que tenían todos mis compañeros con la utilización de la mascarilla, aun sabiendo la gente lo que nos estábamos jugando. Y, en algunos casos, con riñas entre usuarios.

Su futuro a corto plazo

  • ¿Cómo ves tu vida de aquí a dos años?

Habiendo salud, está todo dicho. Lo demás va de la mano. No suelo hacer planes a largo plazo. Vengo de una familia humilde, por lo que mi puesto de trabajo lo tengo muy valorado. Me gusta lo que hago, disfruto de ello cada día. Sobre todo, porque he tocado muchos gremios, y sé qué se cuece en cada uno de ellos.

  • ¿Tienes algún mantra o lema de vida?

Intentar hacer siempre lo justo y lo correcto, no el bien ni el mal, que es lo fácil. Es más difícil ser bueno o malo que hacer lo justo o correcto.

  • Si pudieras viajar a cualquier parte del mundo, ¿a dónde irías primero y por qué?

Sabiendo que me encanta la naturaleza, visitaría Austria porque he visto paisajes muy bonitos.

  • ¿Cómo te describirías en tres palabras?

Intento ser justo, tolerante y responsable.

  • Si pudieras hablar con tu “yo” más joven, ¿qué consejo le darías?

Me iría a mi etapa de adolescente, entre los 13 y los 16 años, y me diría que tuviese la tranquilidad, paciencia y tolerancia que tengo ahora. Antes era más espontáneo, por eso me diría: “tranquilo, ten calma y piénsate las cosas dos veces antes de decirlas”. Ese lema de que no me callo y que no hay nada que no tenga perdón ya no me va bien.

  • Y, por último, una canción que te encante.

“Vivir mi vida”, de Marc Anthony.

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